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viernes, 18 de mayo de 2012

Dignidad

Cuando tú te preocupas por la dignidad ajena es que no tienes dignidad propia. La dignidad es algo q se lleva en el centro del ser. Si alguien te la ha arrebatado, no ganas nada con recriminarte a ti mismo por haberla perdido. En esos casos solo Dios te puede devolver la dignidad que has perdido. No te preocupes por la dignidad ajena, ni por la dignidad de Dios, que Dios cuida su propia dignidad de maneras que tú nunca entenderás. Cuida tu propia dignidad. La dignidad es un estado de ánimo, que ni se compra, ni se aprende. Eso ya viene en nosotros. Pero somos muy capaces de olvidarla o cambiarla por cosas muy, pero muy inferiores. Tu dignidad es tu porte, tu dote, para ti y para tus hijos. Cuida tu dignidad. Enseña a los demás a cuidar su dignidad. Es mi mensaje para hoy.

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